¿Sheglam es una marca libre de crueldad animal?

En esta ocasión vamos a hablar de una marca de belleza que ha llamado mucho la atención en los últimos tiempos: Sheglam. Seguramente que ya estés familiarizado con ella, ya que forma parte de la popular compañía Shein.

En este artículo compartiremos todo lo que necesitas saber sobre la ética Sheglam en relación con la crueldad animal. Además, te proporcionaremos algunos puntos clave a considerar a la hora de confiar en tus marcas preferidas.

¿Qué significa exactamente ser libre de crueldad animal?

Bueno, esto implica que en la elaboración de los productos cosméticos no se ha causado daño alguno a los animales. En lugar de utilizar pruebas en animales, la industria ha optado por métodos alternativos como cultivos celulares, estudios, tejidos donados por voluntarios y modelos computacionales.

Esta evolución ha dado lugar a una amplia lista de marcas de belleza cruelty-free que nos permiten llevar a cabo una rutina completa sin dañar el ecosistema.

En el caso de Sheglam, se compromete a seguir una política de fecha límite y realiza un seguimiento constante de sus proveedores para garantizar que también cumplan con los criterios de Leaping Bunny, el estándar de oro, reconocido en todo el mundo, que avala la cosmética libre de maltrato animal.

Además, su sistema de seguimiento de proveedores se somete a auditorías independientes para garantizar la transparencia y el cumplimiento. Estos son indicadores muy positivos de su compromiso con la causa.

Organizaciones que nos ayudan a tomar decisiones

Existen tres organizaciones internacionales encargadas de regular la certificación de las marcas para asegurar que no se realicen experimentos con animales. Estas son:

  •  PETA. Es la más conocida y las empresas deben completar un cuestionario y firmar una declaración de garantía que confirme que no realizan, encargan ni financian pruebas en animales para sus ingredientes, formulaciones o productos terminados, y se comprometen a no hacerlo en el futuro.
  •  Leaping Bunny. Este certificado se otorga a empresas con sede en Estados Unidos o Canadá que aseguran que no se realizan pruebas en animales en ninguna etapa del desarrollo del producto, incluyendo proveedores y fabricantes de ingredientes. Los compromisos se renuevan anualmente y las empresas deben estar abiertas a auditorías. Los estándares de Leaping Bunny son más rigurosos que los de PETA.
  • Choose Cruelty Free. Aunque menos conocido en algunas partes del mundo, es el único organismo independiente de Australia que certifica cosméticos, artículos de cuidado personal y del hogar que no han sido probados en animales.

Es importante tener en cuenta que el certificado de PETA sigue siendo objeto de debate, ya que sus estándares y requisitos no son tan estrictos.

Algunas marcas aún no son consideradas completamente libres de crueldad animal según ciertos sitios web que analizan sus procesos, por lo que es recomendable investigar a fondo sobre las nuestras marcas preferidas.

Entonces, ¿Sheglam es libre de crueldad animal?

La respuesta es sí. Sheglam se enorgullece de haber sido aprobado por Leaping Bunny, un programa global que establece estándares libres de crueldad más allá de lo que exigen las leyes.

Esto es una señal buena y confiable, ya que demuestra que la marca ha pasado por un riguroso proceso de evaluación para asegurarse de que sus productos no han sido probados en animales en ninguna etapa de su desarrollo.

Sin embargo, en algunos casos, Sheglam no ha proporcionado respuestas claras a todas las preguntas sobre sus prácticas de pruebas en animales. Esto genera cierta incertidumbre entre los consumidores, ya que la transparencia es clave en este tipo de compromiso.

Esto puede ocurrir porque no todos los logotipos y sellos en los empaques garantizan la ausencia de pruebas en animales, ya que a veces no son 100% confiables y en alguna instancia del proceso de prueba podrían recurrir a las pruebas en animales.

Cabe señalar que la página Cruelty-Free Kitty no considera entre las marcas que tiene que han confirmado por escrito que no realizan pruebas en animales en ningún momento durante la producción de sus productos, ni tampoco a sus proveedores ni a terceros, a las que venden en China, incluso si utilizan ciertos vacíos legales. Por lo tanto, es necesario investigar en los sitios web oficiales para asegurarse de que una marca sea verdaderamente libre de crueldad animal.

Productos veganos de Sheglam

Ahora hablemos de los productos veganos de Sheglam. La marca afirma que algunos de sus productos son veganos, lo que significa que no contienen ingredientes ni subproductos de origen animal.

Esto es fundamental para todas las personas que optan por un estilo de vida vegano y revisan los productos de belleza antes de realizar sus compras.

Sin embargo, dada la falta de claridad en cuanto a las políticas de pruebas en animales, no podemos afirmar con certeza que todos los productos de Sheglam sean 100 % veganos según los estándares éticos establecidos.

¿Qué debemos tener en cuenta al comprar un producto vegano?

Para asegurarnos de que un producto sea verdaderamente vegano, debemos tener en cuenta dos aspectos. En primer lugar, debe estar libre de ingredientes de origen animal.

En segundo lugar, no debe haber sido testado en animales en ninguna etapa del proceso de producción. Es una combinación de ambos aspectos lo que realmente define un producto como vegano.

Conclusiones

En conclusión, es importante que Sheglam y otras marcas continúen avanzando en la dirección correcta y tomen medidas concretas para garantizar que sus productos sean éticos y respetuosos con los animales.

Recuerda que, como consumidores, podemos exigir transparencia y responsabilidad en la industria de la belleza, y marcar la diferencia utilizando nuestras compras para apoyar a las marcas que se preocupan genuinamente por el bienestar animal.

Investigar y comprender los procesos de las marcas que utilizamos nos convierte en consumidores más responsables. Podemos utilizar guías especializadas, como Bunny Free e INCI Beauty, o aplicaciones móviles para verificar la crueldad animal de los productos que compramos.